La Tierra se considera como un sistema físico, de modo que todos sus fenómenos se investigan y descomponen en aspectos físicos y químicos para llegar a una mejor comprensión de su estructura, su exacta composición y su evolución a lo largo de la historia geológica.
Las ciencias o ramas que se dedican a la descripción y comprensión de nuestro planeta, estudian todos sus procesos con el objeto de entenderlos mejor y determinar su evolución.
El ser humano, desde su aparición, tiene la necesidad de comprender los fenómenos medioambientales que lo rodean. La necesidad de realizar extracciones de minerales metálicos para la realización de utensilios (herramientas, máquinas, armas...), son indispensables en el desarrollo de las civilizaciones.
Por otra parte, las observaciones de fenómenos atmosféricos y el conocimiento de sus variaciones tienen una gran importancia en los comienzos de la vida humana; y el afán por encontrar y aprovechar los recursos hídricos brindados por la naturaleza (ríos y aguas subterráneas), permite el establecimiento de las civilizaciones en lugares antes inhóspitos.
Estos tres aspectos, geológico, atmosférico, hidrológico y biológico son los aspectos que en la actualidad agrupan todas las disciplinas que constituyen las ciencias de la Tierra. Tales aspectos son estudiados respectivamente por la Geología, Meteorología, Hidrología y Biología.
Este capítulo contiene artículos que hablan sobre nuestro planeta, la Tierra, y su satélite, la Luna.
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