Historia del radiotelescopio

El radiotelescopio es un dispositivo de observación astronómica utilizado para captar las ondas de radio que emiten algunos cuerpos celestes. Es el caso de púlsares o galaxias activas, que emiten radiaciones de radiofrecuencia. Estas radiaciones son más fáciles de detectar a través del radio del espectro electromagnético que mediante la región de la luz visible, captada por los telescopios ópticos convencionales.

La mayoría de los radiotelescopios emplean una antena parabólica para amplificar las ondas. Esto permite a los astrónomos contemplar el espectro de radio de una determinada región del cielo. También se pueden usar dos o más radiotelescopios de forma conjunta y combinar las señales que reciben de la misma fuente. De esta forma, los astrónomos pueden distinguir con más precisión la fuente de la radiación.

Radiotelescopios en Atacama, Chile

El primer radiotelescopio del que se tiene noticia fue construido por el ingeniero estadounidense Grote Reber en el año 1937. Desde entonces se han venido desarrollado varios tipos diferentes de telescopios para un amplio rango de longitudes de onda, tanto de radio como de rayos gamma. El radiotelescopio de Reber poseía una longitud de nueve metros. Tan sólo 20 años después, en 1957, fue superado por el radiotelescopio de Jodrell Bank, que medía 76 metros.

En la actualidad, el radiotelescopio individual más grande del mundo es el RATAN-600 de Rusia, que posee una antena circular de 576 metros de diámetro. Los radiotelescopios también se emplean en proyectos como el SETI (Search Extraterrestrial Intelligence), el programa de búsqueda de inteligencia extraterrestre, o en el seguimiento de vuelos espaciales no tripulados.

La radioastronomía

El estudio de las radiaciones que emiten los cuerpos celestes se denomina radioastronomía. Se trata de una rama de la astronomía mediante la cual es posible "observar" (obtener datos de) cuerpos y situaciones que son imposibles de detectar con la astronomía óptica.

En el campo de la radioastronomía, para obtener buenas señales hay que utilizar grandes antenas o varios grupos de antenas que funcionen en paralelo. Cuando dos o más radiotelescopios son combinados apropiadamente, pueden formar un gran radiotelescopio. La técnica para combinarlos y analizar el conjunto de las señales de radio que reciben se denomina radiointerferometría.

El radiotelescopio de Arecibo

Radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico

Uno de los radiotelescopios más populares del mundo es el de Arecibo, situado en Puerto Rico. Famoso por haber aparecido en numerosas películas de cine y series de televisión, el telescopio de Arecibo destaca por su gran tamaño. Su antena principal posee un diámetro de 305 metros y está construida dentro de una depresión. Su antena convergente es la más grande y curvada del mundo, contando con una gran capacidad de recepción de ondas electromagnéticas.

Son varios los descubrimientos científicos significativos del radiotelescopio de Arecibo. El 7 de abril de 1964 el equipo de Gordon H. Pettengill determinó que el período de rotación de Mercurio no era de 88 días, como se creía hasta entonces, sino de tan sólo 59 días. En agosto de 1989 se consiguió realizar por primera vez la foto de un asteroide, el 4769 Castalia. Un año después, el astrónomo polaco Aleksander Wolszczan descubrió el púlsar PSR B1257+12, que posteriormente le ayudaría a encontrar sus dos planetas orbitales. Se trataba de los primeros planetas extra-solares que se descubrían.


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