Gravitación universal
Diccionario de astronomía, letra G


Según una leyenda, que probablemente tiene una base de verdad, Isaac Newton (1642-1727) estaba sentado en un jardín al pie de un árbol cuando le cayó una manzana encima. El científico que desde ya hacía tiempo trabajaba en la forma de explicar la fuerza de gravedad, estableció entonces la hipótesis de que la fuerza que nos tiene unidos a la Tierra y que disminuye con el alejamiento a partir de su centro, debería hacer sentir su efecto mucho más lejos de lo que en aquellos tiempos pudiera pensarse, probablemente hasta el mundo de la Luna y más allá.

Resumiendo, Newton intuyó, gracias a esta reflexión causada por la ocasional caída de la manzana, que el mismo movimiento de la Luna estaba gobernado por la fuerza de atracción terrestre. Esta idea, generalizada, tomó la forma de un principio físico que se puede enunciar en los siguientes términos: dos masas M1 y M2 se atraen recíprocamente con una fuerza F directamente proporcional al producto de las propias masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias.

El estudio de los movimientos de los cuerpos existentes en el Universo ha demostrado que la formulación de Newton es válida en todas partes y, por lo tanto, ha tomado el nombre de Ley de la gravitación universal. Gracias a esta ley también ha sido posible demostrar, por vía analitica, lo que Kepler había establecido de manera empírica: que los planetas recorren órbitas elípticas alrededor del Sol.




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