Anaximandro, creador del ápeiron

Imagen de Anaximandro

Anaximandro fue un filósofo, geómetra y astrónomo griego nacido en Mileto, ciudad que corresponde a la actual Turquía, entre los años 610 a.C y 545 a.C. Fue miembro de la escuela de Mileto, sucediendo a Tales, de quién fue discípulo, en su dirección.

Como astrónomo, Anaximandro dedicó gran parte de su vida a realizar numerosas investigaciones que le llevaron a afirmar que la Tierra tenía forma cilíndrica y que ocupaba el centro del universo.

Igualmente, se le ha atribuido la creación de un mapa terrestre, así como diversos trabajos para la medición de los solsticios y equinoccios mediante la utilización de un gnomon o el cálculo del tamaño y distancia entre las estrellas.

Otras atribuciones fueron el desarrollo de un reloj de sol y una esfera celeste.

Mapa de Anaximandro

Tal como hiciera su maestro Tales, Anaximandro también busco un elemento básico del cual partiera la realidad. Sin embargo, al contrario que Tales, Anaximandro consideró que este "arché" o elemento no era el agua, sino una materia desconocida que él denomino "ápeiron" y que viene a referirse a lo ilimitado o indeterminado (a: "sin"; peras: "límite, perímetro").

Anaximandro desarrolló una cosmogonía en la que se describía la formación del universo como un proceso de rotación en el que se separaba lo caliente de lo frío. De esta manera los astros eran porciones de aire comprimido.

Por su parte el Sol tenía la forma de una rueda de carro en cuyo borde se contenía el fuego, que se encontraba en la periferia del mundo, y que se escapaba a través de un orificio. Así, Anaximandro explicaba los eclipses por la obstrucción de uno de estos orificios. Anaximandro también consideró que el tamaño del Sol era hasta 28 veces superior al de la Tierra, mientras que la Luna era 19 veces mayor y también tenía forma de rueda.

Filósofos griegos

Igualmente, el cosmos de Anaximandro está compuesto, precisamente, de "ápeiron", una sustancia infimita y eterna. Así, los planetas y astros se formaban con la separación de esta sustancia, que volvía a ser absorbida por el universo cuando desaparecían.

Anaximandro explica la creación de la Tierra a partir de un movimiento rotatorio que hizo que los materiales más pesados del universo se hundieran hacia el centro, formando así nuestro planeta con forma de disco, al tiempo que el fuego se desplazó hacia el exterior dando lugar al Sol y las estrellas.


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