La conexión cuántica: experimento EPR

Einstein tenía un problema con la teoría cuántica: que no la aceptaba.

Por eso, en 1935, junto a sus colegas Podolsky y Rosen, propuso un experimento para demostrar que estaba equivocada: el experimento EPR (en referencia a las iniciales de los tres). Pero los resultados no fueron los esperados...

Enigmática cuántica

La cuántica establece que es imposible conocer, al mismo tiempo y con precisión, ciertos datos de una partícula. Por ejemplo, o conocemos su velocidad o su posición, pero no ambas a la vez.

Otra extraña característica es que, por el mero hecho de observar la partícula, ésta toma unas propiedades. Es decir, la partícula no tiene unas características definidas justo antes de observarla, sino que las toma precisamente porque la observamos. Además, sus propiedades se definen al azar, no están "programadas". Puede tomar unas u otras, y no podemos predecir qué sucederá. Sólo podemos predecir la probabilidad de que algo suceda o no.

Esto chocaba con el universo armónico y ordenado de Einstein, donde "Dios no juega los dados" y el azar no existe. Nuestra ignorancia hace que no podamos predecir qué sucederá. Por tanto, si la teoría cuántica no ofrece respuestas, es porque está equivocada o incompleta.

¿Existe el azar?

El experimento EPR pretendía medir al mismo tiempo velocidad y posición de una partícula sin observarla directamente, para no contaminar el resultado.

Es frecuente que una partícula se desintegre en dos partículas gemelas, que salen disparadas en direcciones opuestas (la explicación es algo más compleja que esto, pero la simplificamos así). Las dos nuevas partículas se separan entre sí, pero conservan idénticas propiedades.

Si medimos la velocidad de una, sabremos la de la otra, puesto que es la misma. No influimos en el resultado, pues no hemos observado a la segunda partícula directamente. Así conocemos la velocidad exacta de la segunda partícula. Después medimos la posición en la segunda partícula y obtenemos la de la primera sin necesidad de observarla, ya que ambas están equidistantes del punto inicial en direcciones opuestas. Los datos obtenidos serán objetivos.

Comportamiento de las partículas

Pero no fue así. Al observar una partícula, instantáneamente se influye en su gemela. Hay una transmisión de información entre ellas, y además es instantánea. No es que la información haya viajado más rápida que la velocidad de la luz, sino más bien es como si el espacio físico entre ambas partículas no existiera.

Esto es el entrelazamiento cuántico o conexión cuántica. Dos partículas que, en algún momento estuvieron unidas, siguen estando de algún modo relacionadas. No importa la distancia entre ambas, aunque se hallen en extremos opuestos del universo. La conexión entre ellas es instantánea.


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